Es alarmante el ritmo al que estamos destruyendo el planeta; a medida que nos llegan noticias sobre continentes arrasados por el fuego, océanos invadidos por el plástico o millones de animales que mueren o se extinguen, no podemos hacer otra cosa que recapacitar y buscar soluciones.
No es suficiente con tomar medidas preventivas ante las consecuencias que el calentamiento global o la contaminación van a traer, es necesario pasar a la acción e intervenir contra el mal que ya está causado.
Para ello, y por suerte, son muchas las mentes que están dándole vueltas a soluciones que sean aptas para poder mejorar nuestra vida y la de la madre tierra que, al fin y al cabo, es la misma.
En Londres, ya hay calles con cero emisiones y paneles solares no contaminantes; además hay innumerables restaurantes veganos y con una estricta política de reciclaje.
La capital, que lleva un tiempo poniendo en práctica métodos ecológicos y sostenibles, apuesta ahora por los «City Trees», una serie de estructuras de filtrado de CO2 que se acaban de instalar en Leytonstone.
Estas instalaciones de vegetación, son torres en forma de red llenas de diferentes tipos de musgo que se ubican en las calles y lucen como paneles; se comen las partículas y los óxidos de nitrógeno al tiempo que producen oxígeno.
Los «City Trees» incluyen sus propios sistemas de riego y energía que les permiten operar en cualquier clima, y también recopilan datos sobre el medio ambiente circundante que, luego se pueden utilizar para buscar otras soluciones ecológicas.
Cada torre de musgo tiene la capacidad de limpiar el aire que limpiarían 275 árboles, lo que las convierte en una herramienta extremadamente poderosa para mejorar la calidad del aire, especialmente en áreas contaminadas donde no sería posible plantar una cantidad tan grande de árboles.
Otro beneficio útil, teniendo en cuenta el abrasador julio que sufrieron en Londres el año pasado, proviene de la capacidad del musgo para almacenar grandes cantidades de humedad, lo que mantiene el aire que tiene alrededor, más fresco.
Aunque en 2018 ya se probaron los «City Trees» en la zona de West End, la intención es que ahora se instalen de manera permanente y sienten un precedente, que otras grandes urbes inundadas por la polución, podrían tener en cuenta.
Fuente: Cultura Inquieta